Goianea. Bat Gara

 

Jueves, día de calor plomizo en pleno julio.

Salimos Jon Andoni y yo para Amurrio a visitar la Bodega Goianea.

Previamente paramos en el Restaurante Bideko, donde oficia de cocinero uno de los dos socios de la bodega, José Cruz Guinea, para disfrutar del lugar y del buen comer que les avala.

Allí pudimos degustar tanto el Uno 2016 como el Urtaran de la misma añada.

Era ir calentando motores para lo que se nos avecinaba: un repertorio centrado en estos vinos que son icono de la bodega y un despliegue de otras elaboraciones que Txema Gotxi se encargó de mostrarnos · desde un espumoso ancestral a un tinto envejecido en barrica francesa de 12 años o un semidulce de los que se ventilan entre dos personas sin darte cuenta, … · en un alarde de saber hacer con acertadas explicaciones.

La bodega cultiva 6 has. con una elaboración aproximada de 6.000 botellas por hectárea, lo cual viene a ser una media de 36.000 botellas anuales, con la idea de ir incrementando poco a poco la producción.

Las variedades que se cultivan son:

  • Hondarrabi Zuri  y Hondarrabi Zuri Zerratia a partes iguales en 5,5 has.
  • Riesling, cerca de media hectárea como variedad mejorante, hasta completar las 6 has. de la bodega.

Mientras la Hondarrabi Zuri es más aireada y da más vigor, es con la Zerratia con la que Txema está más a gusto. Racimos más compactos y una proporción hollejo-pulpa que dan un mejor porcentaje y calidad en el mosto.

En vendimia, el rendimiento en la prensa vertical es del 55%, por lo que estamos hablando de una producción muy cuidada y selectiva.

Los viñedos se encuentran en Lezama y Artomaña, pertenecientes a Arabako Txakolina

Principalmente elaboran dos vinos:

  • Uno: Crianza de lías en inoxidable, aproximadamente 8 meses antes de ser embotellado.
  • Urtaran: Con crianza en madera de castaño y de roble húngaro. Cuando termina, se hace ensamblaje a boca. Se van catando las barricas una a una para el coupage final con el fin de que el perfil de madera sea el mismo todos los años. El roble húngaro de 500 lts. de la firma Demptos le da un toque más sutil, floral, más fino al vino y esto es lo que se busca en bodega.

Las barricas de castaño se traen de Catalunya, y se utilizan en la siguiente proporción en cada añada:

  • Dos nuevas ( cuidando mucho el aporte de amargor al ser nuevas )
  • Dos de segundo uso
  • Y otras dos de tercer uso ( aportan glicerina ).

A la vuelta, aparece otro recipiente de crianza: el huevo blanco de polímero Flextank que ayuda a redondear los vinos y que les aporta sobre todo densidad y volumen en apenas dos meses.

Tanto José Crusat como Germán R. Blanco son partidarios de esta forma de elaboraciones.

Para este octubre 2019 empezarán con tinaja … !

Era día de actividad en bodega.

Txema nos comentó que esa misma mañana había embotellado un oxidativo · sin velo de flor · en cerezo y un tinto con 18 meses en barrica de roble viejo de 225 de 12 años , un tinto con un 35% de blanco.

Unas 235 botellas que verán pronto la luz …

Pasamos al Sutsu · chispa en euskera · Hondarrabi zuri 100%.

Espumoso, método ancestral, con movimiento de lías en botella, autólisis.

Apenas 300 botellas y comercializado en Inglaterra y Madrid principalmente.

Nos pareció que estaba en el buen camino para terminar de afinarse. Aún le quedan unos 8 meses en botella para redondearse.

Txema utiliza las uvas que aportan menos fruta y más mineralidad, pues así es cómo interpreta este tipo de vinos, buscando esos toques de bollería y la evolución adecuada, al estilo de los buenos Champagnes.

Una copa de balón, con capacidad para airearse bien, puede ayudar mucho a apreciar mejor este vino.

En un yacimiento cercano, apareció una peana de la época romana. En la excavación encontraron restos de ritos de sangre a la fertilidad. Datada en el S. I de nuestra era.

Mientras profundizaban en el terreno, se encontraron con lava, picando en ella, salían chispas, de ahí el nombre en euskera: `Sutsu´.

Hablamos de elaborar con la mente abierta y con criterio, de esas `rarezas´ tan bien acompañadas en su manera de entender las crianzas y los procesos de envejecimiento en diferentes maderas, tinajas, polímeros, … tiempos y factores que ayudan y suman en el vino final.

Por ejemplo, la añada 2015 fue muy fría, y necesitó varios meses más en botella para poder expresarse y dar lo mejor de sí. Todo o casi todo en bodega es conocimiento y paciencia, …

Ahora le llega el turno a un semi-dulce, un vino ligeramente oxidado, de nariz ajerezada y con 60/70 grs. de azúcar/litro del que apenas elaboran 400 botellas. En nariz y en boca son dos vinos diferentes. Es una hondarrabi zuri para postres, de trago fácil, nada empalagoso y con 8 meses de barrica francesa para terminar de rematar esos matices golosos. Los racimos se recogen en los últimos días de noviembre o primeros de diciembre con parte de botrytis noble.

Abrimos varias botellas más y Txema expresó el inmenso trabajo que desarrollaron desde la primera añada, 2012 hasta hoy. Trabajo que se ve recompensado con vinos de gran altura y reconocimiento por parte de la sumillería, revistas especializadas y consumidor final. Especial mención a Roberto Oliván, pues colaboró estrechamente como enólogo en el principio.

Una tarde para enmarcar y de buen recuerdo.

Eskerrik asko tanto a José como a Txema por abrirnos las puertas de la bodega y dedicarnos tiempo para conocer mejor vuestra filosofía y vuestra maravilla de vinos.

Nos veremos pronto, …

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