Hiruzta

 



























La producción de txakoli se extiende por Gipuzkoa

Tradicionalmente y referido a las últimas décadas, el txakolí de Gipuzkoa se producía principalmente en Getaria, con los añadidos de Zarautz y Aya. Tan arraigada estaba la producción txakolinera en la villa del navegante Juan Sebastián Elcano, que el Consejo Regulador, al momento de poner en marcha su reglamento lo hizo bajo la Denominación de Origen Txakolí de Getaria.
Más recientemente se ha extendido a otras localidades como Oñati, Arrasate. Deba y Olaberría, siendo la última incorporación de la bodega HIRUZTA, de Hondarribia, habiendo crecido el número de bodegas con estas incorporaciones de las 18 iniciales a las 25 que son en la actualidad.
La más reciente es la hondarribitarra Hiruzta, de la familia Recalde, situada en la falda del monte Jaizkibil, kugar ideal para la plantación de viñedos, por su clima atlántico que beneficia las uvas que crecen y maduran en la viñas. La primera cosecha de esta bodega fue la del 2011, siendo la segunda la reciente del 2012.
Los Recalde están asesorados por expertos profesionales enólogos: Ana Martín Onzain y Pepe Hidalgo. Cuentan con 10 hectáreas, con  una capacidad de producción para 100.000 botellas, posibles de aumentar a futuro.
En relación a la cosechas reciente de 2012, la enóloga de Hiruzta, Ana Martín, dado cuenta del final de la vendimia del Txakoli de Hondarribia para pasar al proceso de elaboración, y  un año que desde el punto de vista climático “se ha salido de lo normal”.
Martín ha explicado que la primavera y el verano han sido “excesivamente secos, acompañados de temperaturas relativamente elevadas”, aunque el viñedo ha vegetado “bastante bien gracias a las reservas de agua invernales”.
Según ha indicado, “la muestra de racimos en primavera auguró una buena cosecha, cuya maduración siguió un desarrollo normal, con cierto retraso ocasionado por la sequía, llegando la vendimia una semana más tarde que lo normal”, pero el final del verano “cambió radicalmente hacia más humedad, con unas oportunas lluvias, que han asegurado una excelente maduración de la uva”.
La enóloga ha indicado que la calidad de la cosecha del 2012 ha sido “muy buena, alcanzando una buena cantidad de uva, unido a una riqueza de azúcares equilibrada con una acidez más bien baja, y todo ello con una excelente maduración aromática, que se traducirán en una cosecha de txakoli más que buena”.
Finalmente esperan alcanzar una producción en torno  a las 80.000 botellas para los dos tipos que elaboran: Hiruzta e Hiruzta Berezia.






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